Aficiones que matan

Es impresionante como se viven las aficiones, a veces, hasta llegan a condicionar de tal forma la vida, que influyen tanto, que al final, la misma pasión que se siente, te obliga a huir de ella.

Este caso le ocurre a José Manuel Martín, natural de Huelva, concretamente del barrio de las tres ventanas. Desde pequeño, ha sido aficionado al carnaval colombino, y es tanta su pasión, que cada febrero debe abandonar la ciudad por miedo a que le explote el corazón. Este hecho concreto, según nos ha comentado su médico, es improbable, aunque si podemos hablar en este caso de una cardiopatia congenita, que se agudiza por las fechas de febrero y marzo, llegando a poner en peligro la vida del paciente.

Está claro que José Manuel, siente que su corazón explotará ante tanta efusividad,  al acercarse las fechas. Según nos ha comentado; “Cuando se acerca febrero, dejo de comer, no duermo por las noches, y cuando pasa un coche con música de carnaval, lo sigo hasta no saber, quién es el que conduce, no puedo evitarlo. Lo peor es cuando me acerco al centro de Huelva, no puedo pasar cerca del Gran Teatro, me salen ronchas por todo el cuerpo”.

Su familia está viviendo mal esta situación, que al ser el único caso conocido, aún no existe un diagnostico, y se invierte pocos recursos para su investigación. Su angustia es tal, que enmudece ante situaciones cotidianas que puedan relacionarse con la fiesta de la alegría.  Su último episodio, nos narró su esposa con lágrimas en los ojos, fue en la cocina, haciendo un consomé _ En cuanto le dije que le añadiera Perejil, inmediatamente perdió el conocimiento, yo así no puedo vivir”_ nos relató con angustia.

Al parecer, este problema psíquico es genético, pues también lo padecía su padre y anteriormente su abuelo, quién falleció de impresión al quedarse “Viudo”.

En la actualidad, José Manuel, está siguiendo una terapia muy exhaustiva, con ciertos controles minuciosos para evitar entrar en parada, como por ejemplo: No comer ‘cordero’, evitar regalar ‘ramos’ de flores, no ver Huelva Televisión, entrar en Internet, No bailar la J,  nada de Magdalenas Ortiz etc. Esperamos que pronto pueda seguir una vida normal, y que viva la fiesta como debe ser, pues el es un ferviente seguidor del carnaval, ama el tara tara tachín, el 3x4, los debate en Odiel Radio, los gritos de “la Juani”, y no es capaz de decir cinco palabras seguidas sin añadir “Como no”.

Las aficiones se deben vivir como lo que son, meros divertimentos, dentro de una competitividad razonable.   

Federico Pérez "El coronel" Carnaval de Huelva