Cada año cuesta más sacar un grupo, y no son pocos los autores y directores que deben resoplar antes de llamar a las musas y coger la pluma. Es toda una odisea el inicio de cualquier agrupación, tengan o no experiencia: visualizar un tipo, crear la música, la letra, los disfraces, llamar a los componentes, montar durante tantos meses la estructura idónea que simplifique tanto esfuerzo, como he dicho, una gran labor que absorbe demasiado.
Pero tras todo este engranaje tan complejo, existe una recompensa final, que va más allá del propio esfuerzo; el ir observando como van encajando las piezas, como se van perfilando los detalles, como una idea va tomando la forma con la que un día su autor soñó. Es gratificante ver dicho sueño plasmado en un escenario. En ese instante, se olvidan las dificultades, se olvida el camino recorrido, uno deja atrás las discusiones con los amigos, la pareja, con uno mismo... y esboza una tremenda sonrisa que sólo suele marcharse, tras los veredictos de los señores del jurado.
Por todo ello, y por mucho más, dar las gracias a todos y cada uno de los autores, directores, componentes y familiares, que sin ellos, este concurso, que es lo que tenemos, no funcionaría.
Federico Pérez "El coronel" Carnaval de Huelva
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