Conocida como por todos como Mary González, nace en Gibraleón en 1943, hija de un escritor olontense de altos vuelos, Juan González, conocido como Juan Soro, y de Francisca Carrasco. Debido a los problemas económicos característicos de la posguerra se trasladan a Huelva en 1954, cuando Mary contaba con sólo diez años. En 1959 conoce a su futuro esposo, Alfonso Morales Expósito, entonces jugador del Recreativo, con el que contrae matrimonio en 1965 y fijan su residencia en el barrio de Isla Chica y con quien comparte sus cuatro hijos: Juan Antonio, Alfonso, Francisco y Manuel Jesús.
En 1970 la familia se traslada al barrio de Fuentepiña, donde comienza su actividad pública al formar parte de la Comunidad Cristiana de la parroquia de San Pablo.
En 1976, tras autorizarse el asociacionismo con la entrada de la Democracia, Mary es, junto con otros cuatro padres y un maestro, fundadora de la Asociación de Padres de Alumnos del Colegio Tres de Agosto, una de las primeras de nuestra ciudad, en cuya directiva entró a formar parte con los cargos de tesorera y portavoz. Desde esta asociación y ante la clara falta de espacio del centro escolar, se reivindicó la rehabilitación del antiguo colegio de El Garbanzuelo, que se encontraba ocupado como vivienda por dos familias. Después de muchas visitas a la Delegación de Educación, al Ayuntamiento y la Delegación de la Vivienda se consiguieron los objetivos trazados además de una vivienda digna para estas dos familias.
Como quiera que la elevada natalidad de esos años siguiera haciendo insuficiente el espacio, a pesar de la rehabilitación de El Garbanzuelo, se comenzó con la reivindicación para la construcción de un nuevo centro de preescolar asociado al colegio Tres de Agosto hasta que éste fue concedido y construido. Este edificio en la actualidad está ocupado por el Centro Provincial para el Tratamiento del Alzheimer y la dirección provincial de los E.O.E.
Al salir las primeras promociones de Enseñanza Primaria del citado colegio, surgió la necesidad de un centro de Enseñanza Secundaria en el Barrio, y Mary fue la más ferviente defensora de su construcción ante el Gobierno civil, el Ayuntamiento y la Delegación de Educación. Finalmente la A.P.A., consiguió la aprobación para que se construyera lo que hoy es el Instituto de Enseñanza Secundaria Fuentepiña.
Otra lucha realizada desde la A.P.A. se llevó a cabo al comienzo del curso 1978-79, cuando enviaron siete profesores menos por falta de presupuesto. Padres y niños fueron movilizados para realizar un corte de tráfico frente a la Delegación de Educación. A pesar de llevar un planteamiento pacífico, la multitud se exaltó y fue Mary quien habló a la concurrencia pacificando los ánimos, hecho por el que fue felicitada por las Autoridades. En el año 1980 entró a formar parte del Consejo Escolar y la Junta Económica del instituto Alonso Sánchez, al que accedió su hijo mayor Juan Antonio, hoy doctor en Geología y profesor titular de la Universidad de Huelva. Aún así, no abandonó la A.P.A. del colegio Tres de Agosto, donde continuaba estudiando el resto de sus hijos. Al año siguiente, su segundo hijo accedió al I.E.S. Fuentepiña, donde también entró a formar parte del Consejo Escolar.
De forma simultánea con estas actividades, desde 1975 realizaba una importante labor dentro de la parroquia de San Pablo, donde impartió catequesis de preparación para la Primera Comunión durante diez años y de preparación para la Confirmación durante cuatro años. Unos años después comenzó su colaboración con Cáritas Diocesanas y con el Movimiento de Cursillos de Cristiandad, donde durante años fue rollista. También impartió desinteresadamente clases de Religión en el colegio Tres de Agosto durante el curso 1985-86 al no haber enviado ningún profesor la Delegación.
En el año 1986, el dios Momo la toca en el hombro y crea la peña de carnaval Los Tartajésicos, junto con su marido Alfonso, que fue elegido presidente de ésta. En este sentido, estos años fueron de plena inspiración para la peña que irradió su benefactora influencia en toda la zona con numerosos actos presididos por las jocosas alegrías carnavalinas. Ese mismo año entró a formar parte de la junta directiva de la Federación Onubense de Peñas y Asociaciones de Carnaval (F.o.p.a.c.) y fue Relaciones Públicas de la misma durante catorce años, bajo la presidencia de José Manuel Muiño, Luis Díaz Escobar y Juan López Cerezo, para pasar ella misma a ser la primera y hasta el momento única mujer en presidirla desde el año 1997 hasta el 2000. En 1997 le fue otorgado el título de Onubense del Año al ser la impulsora de abrir las fronteras del Concurso de Agrupaciones de Carnaval, que hasta entonces había tenido un carácter exclusivamente local.
Al día de hoy, ya retirada de la vida carnavalera, sigue jugando un papel activo en la parroquia de San Pablo y Cáritas Diocesanas, siendo la presidenta de la asociación Aguaviva, escuela-taller para la formación de jóvenes con dificultades escolares y familiares.
Ésta ha sido, a grandes rasgos, la biografía de una mujer cuyo ejemplo de incesante actividad ha guiado a sus hijos por el camino del trabajo redentor, una dama poseedora de una pluralidad emocional que transmite integridad en todo lo que emprende y realiza, comprometida con sus valores y su ciudad. Siendo siempre ella misma fue sucesivamente carnavalera, catequista, presidenta de una asociación altruista, compaginando su lucha en los citados terrenos de la vida pública de Huelva con el hecho de ser madre y esposa amantísima. En definitiva, de un espíritu generoso para con el prójimo. Mi enhorabuena por este merecido galardón.
En 1970 la familia se traslada al barrio de Fuentepiña, donde comienza su actividad pública al formar parte de la Comunidad Cristiana de la parroquia de San Pablo.
En 1976, tras autorizarse el asociacionismo con la entrada de la Democracia, Mary es, junto con otros cuatro padres y un maestro, fundadora de la Asociación de Padres de Alumnos del Colegio Tres de Agosto, una de las primeras de nuestra ciudad, en cuya directiva entró a formar parte con los cargos de tesorera y portavoz. Desde esta asociación y ante la clara falta de espacio del centro escolar, se reivindicó la rehabilitación del antiguo colegio de El Garbanzuelo, que se encontraba ocupado como vivienda por dos familias. Después de muchas visitas a la Delegación de Educación, al Ayuntamiento y la Delegación de la Vivienda se consiguieron los objetivos trazados además de una vivienda digna para estas dos familias.
Como quiera que la elevada natalidad de esos años siguiera haciendo insuficiente el espacio, a pesar de la rehabilitación de El Garbanzuelo, se comenzó con la reivindicación para la construcción de un nuevo centro de preescolar asociado al colegio Tres de Agosto hasta que éste fue concedido y construido. Este edificio en la actualidad está ocupado por el Centro Provincial para el Tratamiento del Alzheimer y la dirección provincial de los E.O.E.
Al salir las primeras promociones de Enseñanza Primaria del citado colegio, surgió la necesidad de un centro de Enseñanza Secundaria en el Barrio, y Mary fue la más ferviente defensora de su construcción ante el Gobierno civil, el Ayuntamiento y la Delegación de Educación. Finalmente la A.P.A., consiguió la aprobación para que se construyera lo que hoy es el Instituto de Enseñanza Secundaria Fuentepiña.
Otra lucha realizada desde la A.P.A. se llevó a cabo al comienzo del curso 1978-79, cuando enviaron siete profesores menos por falta de presupuesto. Padres y niños fueron movilizados para realizar un corte de tráfico frente a la Delegación de Educación. A pesar de llevar un planteamiento pacífico, la multitud se exaltó y fue Mary quien habló a la concurrencia pacificando los ánimos, hecho por el que fue felicitada por las Autoridades. En el año 1980 entró a formar parte del Consejo Escolar y la Junta Económica del instituto Alonso Sánchez, al que accedió su hijo mayor Juan Antonio, hoy doctor en Geología y profesor titular de la Universidad de Huelva. Aún así, no abandonó la A.P.A. del colegio Tres de Agosto, donde continuaba estudiando el resto de sus hijos. Al año siguiente, su segundo hijo accedió al I.E.S. Fuentepiña, donde también entró a formar parte del Consejo Escolar.
De forma simultánea con estas actividades, desde 1975 realizaba una importante labor dentro de la parroquia de San Pablo, donde impartió catequesis de preparación para la Primera Comunión durante diez años y de preparación para la Confirmación durante cuatro años. Unos años después comenzó su colaboración con Cáritas Diocesanas y con el Movimiento de Cursillos de Cristiandad, donde durante años fue rollista. También impartió desinteresadamente clases de Religión en el colegio Tres de Agosto durante el curso 1985-86 al no haber enviado ningún profesor la Delegación.
En el año 1986, el dios Momo la toca en el hombro y crea la peña de carnaval Los Tartajésicos, junto con su marido Alfonso, que fue elegido presidente de ésta. En este sentido, estos años fueron de plena inspiración para la peña que irradió su benefactora influencia en toda la zona con numerosos actos presididos por las jocosas alegrías carnavalinas. Ese mismo año entró a formar parte de la junta directiva de la Federación Onubense de Peñas y Asociaciones de Carnaval (F.o.p.a.c.) y fue Relaciones Públicas de la misma durante catorce años, bajo la presidencia de José Manuel Muiño, Luis Díaz Escobar y Juan López Cerezo, para pasar ella misma a ser la primera y hasta el momento única mujer en presidirla desde el año 1997 hasta el 2000. En 1997 le fue otorgado el título de Onubense del Año al ser la impulsora de abrir las fronteras del Concurso de Agrupaciones de Carnaval, que hasta entonces había tenido un carácter exclusivamente local.
Al día de hoy, ya retirada de la vida carnavalera, sigue jugando un papel activo en la parroquia de San Pablo y Cáritas Diocesanas, siendo la presidenta de la asociación Aguaviva, escuela-taller para la formación de jóvenes con dificultades escolares y familiares.
Ésta ha sido, a grandes rasgos, la biografía de una mujer cuyo ejemplo de incesante actividad ha guiado a sus hijos por el camino del trabajo redentor, una dama poseedora de una pluralidad emocional que transmite integridad en todo lo que emprende y realiza, comprometida con sus valores y su ciudad. Siendo siempre ella misma fue sucesivamente carnavalera, catequista, presidenta de una asociación altruista, compaginando su lucha en los citados terrenos de la vida pública de Huelva con el hecho de ser madre y esposa amantísima. En definitiva, de un espíritu generoso para con el prójimo. Mi enhorabuena por este merecido galardón.
Referencia: Huelva información.
Federico Pérez "El coronel" Carnaval de Huelva
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