Papá, mamá, Tengo cita para un aborto

Ser mayor en este País, comienza a ser un problema social que implica una atención más minuciosa, que el simple hecho de sacarse el carné de conducir. Sabemos que la madurez no tiene unas pautas marcadas de tiempo concretas, dependerá en gran medida del desarrollo psicosocial, familiar etc… de cada población e individuo. Este hecho, fruto de tantas desavenencias en esta España tan moderna, nos fuerzan a crecer más deprisa, asumiendo responsabilidades, que para edades tan tempranas, se requiere de un nivel evolutivo, que dictan mucho de la realidad. Asumir responsabilidades en adolescentes de 16 años, como el aborto, va más allá de la mera interrupción o no de un embarazo, sobre todo en una población que aún está en proceso de desarrollo y que acaban de salir de las aulas, con una escasa visión de futuro y la inconveniente previsión de las consecuencias. En este caso, se tiende a generalizar hechos, que deberían ser observados y estudiados de formas concretas, con exhaustivos análisis, teniendo en cuenta los distintos perfiles y los estadios diversos de desarrollo en los que los adolescentes se encuentran. Pero muchos se plantean premisas en rituales sociales que nos encontramos diariamente como; Si los adolescentes pueden consumir drogas, si pueden cometer delitos, si pueden mantener relaciones sexuales, etc.., ¿porque no van a decidir sobre un aborto?, aunque he dicho que pueden, no que deban, o que estén preparados para ello. La realidad de todo esto, es que existen adolescentes, que por su perfil, tienen una cierta madurez y otros que aún están decidiendo que póster pondrán en el cabecero de su cama. Otros pensarán que la marcha atrás es una nueva competición de atletismo y que los granos de la cara, son producto del incontrolable deseo sexual. “Un recién nacido, no es una muñeca que se mantiene de biberones sellados”. Como siempre, la información, formación, es el poder mayor que tenemos para adquirir un cierto grado de responsabilidad. Pero antes de llegar a este punto, seamos los “maduros” consecuentes y dotemos de las herramientas necesarias a nuestros adolescentes, para evitar aquello de; .- Mamá, Papá, tengo cita para un aborto

Federico Pérez "El coronel"